R.17 CUANDO EL PLACER MATA
En la oscuridad de la vergüenza alargó la mano para alcanzar lo que tanto gusto le había dado por años. Había sido una relación criticada por muchos, promovida por otros, y pasada por alto por algunos más.
Pero lo que le afectaba era su propia conciencia de que aquello estaba mal. Por fin había tomado el paso para alejarse. Habían transcurrido meses desde la última vez y había conocido otras opciones, mejores que aquella.
Al cabo de ese lapso ahí estaba... cara a cara con su antigüa relación. Cediendo a la nostalgia acercó sus labios y, en un irreprimible impulso, hincó sus colmillos en aquella textura suave y apetitosa. Luego se alejó.
Sin embargo, ésta no fue más que una dura lección de la vida: a los días aprendió que la deslealtad paga caro. Fue presa de terribles dolores y supo así que jamás podría volver a ver esa relación con los mismo ojos. ¡Jamás!