Una persona intenta manipularte cuando te sugiere o dice lo que tienes que hacer de tal forma que se beneficie más que tú, cuando percibes amenaza o sientes miedo.Si estás haciendo algo contra tu voluntad, tus principios, valores o metas, alguien te está manipulando. Se está aprovechando de ti. La cuestión es especialmente preocupante cuando sientes miedo, culpa o vergüenza. Pero ten cuidado: Podrías estar manipulándote solo.
Las tácticas que se emplean son asombrosamente simples, tanto que se pueden resumir en sólo tres estrategias generales: Amenazar, criticar o inhibirse. También son muy eficaces. El miedo, la culpa o la vergüenza que generan son capaces de movilizar a prácticamente todos los seres humanos en la dirección requerida por el manipulador, bien directamente, o bien como protesta ante su acción.
Un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Vergüenza? ¿Aprensión? ¿Inseguridad? ¿Repulsión? ¿Pensar que eres un imbécil o un inútil? ¿Intenso afecto inmotivado? Una relación normal no debe producirte emociones negativas, todo lo más neutras, y sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer son sospechosos.
Un manipulador es quién emplea a los demás como si fueran cosas. Es quién dice las cosas con la intención de que otra persona reaccione de determinada manera. La marca del manipulador es que esconde sus verdaderos sentimientos. Sus palabras dicen una cosa, y su lenguaje corporal, otra. Manipula a los demás para que le den lo que necesita, pues se considera incapaz de proporcionárselo él mismo
Las tácticas que se emplean son asombrosamente simples, tanto que se pueden resumir en sólo tres estrategias generales: Amenazar, criticar o inhibirse. También son muy eficaces. El miedo, la culpa o la vergüenza que generan son capaces de movilizar a prácticamente todos los seres humanos en la dirección requerida por el manipulador, bien directamente, o bien como protesta ante su acción.
Un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Vergüenza? ¿Aprensión? ¿Inseguridad? ¿Repulsión? ¿Pensar que eres un imbécil o un inútil? ¿Intenso afecto inmotivado? Una relación normal no debe producirte emociones negativas, todo lo más neutras, y sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer son sospechosos.
Un manipulador es quién emplea a los demás como si fueran cosas. Es quién dice las cosas con la intención de que otra persona reaccione de determinada manera. La marca del manipulador es que esconde sus verdaderos sentimientos. Sus palabras dicen una cosa, y su lenguaje corporal, otra. Manipula a los demás para que le den lo que necesita, pues se considera incapaz de proporcionárselo él mismo