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Capítulo 2 -El Esher maligno.
Capítulo 2 -El Esher maligno.





Tras subir un centenar de escaleras Kain por fin llegó ante una gran puerta de madera de cerezo. Había dos guardias custodiándola, y le permitieron el paso sin mediar palabra alguna.



La biblioteca de Mórgenes estaba bastante desordenada, repleta de libros, grabados en las paredes y objetos curiosos por todas partes. Cuando Mórgenes vio a Kain en la puerta, le dijo:



-MÓRGENES: Adelante, no tengas miedo. Hacía mucho tiempo que esperaba tu visita.- Era un anciano de altura media, con una larga barba blanca, y llevaba un pesado volumen entre sus manos, lo dejó sobre una mesa y se acercó a Kain.



-KAIN: ¿De qué me conoce?- preguntó - Yo no recuerdo haberle visto nunca- dijo observando con desagrado las largas uñas del anciano.



-MÓRGENES: No recuerdas apenas nada de tu pasado, así que eso no importa mucho. Pero es verdad que no te conozco, sólo supe que vendrías, porque yo soy un gran adivino, y no se mueve una hoja en todo el continente sin que yo no lo sepa.



-KAIN: Entonces supongo que sabrás por qué estoy aquí.- Dijo irónicamente. ¿Pero como sabría aquel viejo que había perdido la memoria? ¿Sería Mórgenes responsable de su situación, le habría enviado él la carta, la lanza y a Albo?



-MÓRGENES: Sí. Pero hay una parte en tu interior que no me permite buscar en tus recuerdos. Tendrás que acudir a un poder mayor si quieres saber que le pasó a tu memoria. Pero la razón por la que te esperaba era para advertirte del monstruo que ya ha destruido dos localidades: Red Shadow…



-KAIN: “¿Otra vez Red Shadow? ¿No era una leyenda?” : Pensó con temor, como podría haber sobrevivido al ataque de un demonio.



-KAIN: Así que fue usted quién me mandó la carta con el Fenril y la lanza, ¿verdad?- Creyó aliviado que por fin había encontrado al autor del pergamino pero, Mórgenes pareció sorprenderse.



-MÓRGENES: No..., no he sido yo. Es extraño, no sabía que alguien más conocise tu existencia... ¿Dónde está el Fenril? – Kain se desanimó de nuevo, tan sólo era un vejete con aires de grandeza.



-KAIN: Lo dejé libre en la pradera, a un kilómetro de aquí. No quería que la gente lo viera.



-MÓRGENES: Sabía decisión. Bueno, si él lleva la carta, tendré que llamarle, ¿cuál es su nombre?



-KAIN: En la carta decía que se llamaba Albo- dijo algo extrañado ante tal pregunta.



El viejo sabio fue a su escritorio repleto de plumas y papiros y sacó de un cajón una pequeña esfera verde, cubierta de polvo. Se la enseñó a Kain y le dijo:







-MÓRGENES: Esto es una gema tallada de kasengterita de pigmentación verde. Según mis estudios, esta en concreto tiene afiliación con la vida y las almas, es decir con esto puedo atraer a cualquier animal o personas de mente pura. Tiene tal poder que puede atraer a cualquier Fenril, de eso estoy seguro. Ahora déjame concentrarme para llamar a Albo.



Mórgenes abrió la ventana, afuera ya casi había caído la noche. Cerró los ojos mientras murmuraba- "Albo"-. Después de unos segundos se volvió a Kain.



-MÓRGENES: Ya está. No tardará en venir-dijo con gran tranquilidad.



Cuando acabó de decir "venir", se escuchó el inconfundible sonido del aullido de un lobo.



-KAIN: ¡Es Albo!- dijo sorprendido, había subestimado al viejo.



-MÓRGENES: Son curiosas estas piedras, dependiendo de la persona que la tenga en su poder puedan llegar a cambiar de color. Según el uso que se les dé estas rocas “vivas” pueden aprender muchas habilidades que pueden ayudar a su poseedor a hacer cosas que sin ellas no podría. Pero hay que usarlas con sumo cuidado pues su manipulación durante largo tiempo puede producir problemas serios en la salud. Es por esto que no la suelo utilizar. Kali te dio una de ellas, ¿no es cierto?



-KAIN: Creo que sí- dijo mientras la sacaba de uno de sus bolsillos y se la mostraba a Mórgenes.

Cuando la cogí empezó a vibrar como si…



-MÓRGENES: …Se tratase de un corazón palpitante, ¿verdad?



-KAIN: Si algo así…- no le pareció muy educado por su parte que le interrumpiese de esa forma para alardear de su sabiduría.



-MÓRGENES: Eso es buena señal, significa que la piedra está de nuevo activa, en un par de días cogerá color y la podrás usar.



Mórgenes se acercó a un gran armario lleno de cajones, abrió uno de ellos, cogió un pequeño catalejo y se acercó a la ventana, para observar como se iba acercando Albo.



-MÓRGENES: ¡Vaya! Tienes un Fenril muy rápido-dijo mientras ajustaba la lente.- Y además es de pelaje blanco, ahora entiendo porque no querías traerlo a Lusitaurus.



Albo saltó las murallas de la ciudad ante la mirada atónita de algunos ciudadanos. Después llego a la entrada del castillo. Las guardianes del nuevo turno le permitieron entrar y éste subió los escalones de la torre Oeste, arrollando todo lo que se cruzaba en su camino. No paró hasta estar delante de la roca de Kasengterita.



-ALBO: ¡WOULF!- Ladró anunciando su presencia.



-KAIN: ¡Albo!- dijo mientras acariciaba el lomo del animal que movía entusiasmado la cola.



-MÓRGENES: Bueno te vendrá bien este pedazo que tengo de kasengterita verde, no estoy muy seguro de si serás afín con el elemento Alma, pero tengo el presentimiento de que te puede servir para algo bueno.



-KAIN: ¿Afín al elemento Alma? ¿Esto también funciona con cualquier persona? ¿Cualquiera puede atraer con esta roca a Albo?



-MÓRGENES: No seas impaciente… tranquilo veamos a ver como te explico. Mmm…- murmuraba mientras se sobaba su larga barba blanca.

Sobre ti hay una energía negativa que no me deja vislumbrar bien lo que te acaecerá o lo que te sucedió. En primer lugar necesitaría saber sobre que influjo de los dioses se te concedió la vida- Mórgenes cerró los ojos y se concentró durante unos instantes.

Yo diría que perteneces al norte… que naciste en la estación del estío… y que tienes unos 25 años de edad. Podrías ser afín al elemento de la luz… puede que al del alma, quizás al elemento de la oscuridad o tal vez al del fuego. Pero también el carácter se define por el influjo de los bosques sagrados, así que es bastante complicado…



-KAIN: Lo del norte varias personas ya me lo habían comentado, lo de mi edad no parece difícil de averiguar, y si vengo del norte lo más probable es que mis padres eligiesen que naciese en una época cálida.



-MÓRGENES: Pareces muy seguro de ti mismo, ¿no decías que no recordabas nada?







-KAIN: Y no lo recuerdo, pero me parecía de sentido común, necesito respuestas no una serie de suposiciones.



-MÓRGENES: Vaya, vaya, quizás seas de la luz tienes un temperamento muy cabezota.- dijo mientras ponía la mano sobre su frente ante la impaciencia del joven Kain.



-KAIN: ¿Y haber nacido en una determinada fecha ha de definir mi carácter?



-MÓRGENES: Los dioses lo quisieron así…- dijo suspirando como si fuese una verdad absoluta.



-KAIN: Bueno cambiando de tema, me gustaría saber si tiene alguna respuesta sobre la peculiaridad de mi armadura y de mi lanza- dijo mientras sacaba la lanza del enganche de su espalda.



-MÓRGENES: Esa lanza es...-murmuró al ver la lanza que portaba en sus manos- La legendaria Gugnir...



-KAIN: Así decía en la carta. ¿Qué poderes tiene?



-MÓRGENES: Unos poderes fabulosos, sin duda. Pero antes te tengo que explicar algo sobre Red Shadow, y el por qué no debes desprenderte nunca ni de tu lanza ni de tu armadura además de los otros enigmas que te atormentan. Empecemos por el principio.



-KAIN: ¿Cómo sabe eso si ni siquiera ha leído la carta?



-MÓRGENES: Joven, gracias a mis años de experiencia he aprendido a percibir los sentimientos que desprenden los objetos. La persona que la escribió estaba inundada por un gran sentimiento de tristeza y preocupación.

Mórgenes se dirigió hacia una estantería y sacó un viejo libro de tapas negras.



-MÓRGENES: Este es el bestiario de Yermonik. Es el bestiario más antiguo que se conoce, en él se recogen todas las especies y tipos de monstruos y criaturas míticas como los eshers que han habitado durante generaciones en este vasto mundo. – Abrió el libro de ilustraciones y comenzó a pasar las hojas lentamente.

Muchas de las criaturas que aparecen aquí siguen vivas, como los monstruos que atacan a los viajeros en los caminos o Lunaie, el protector de esta ciudad. Pero la mayoría se han extinguido, o han desaparecido de la faz de la tierra. Por siglos se pensó que Red Shadow también había muerto.



En ese momento Mórgenes le mostró a Kain una ilustración en la que aparecía un gigante musculoso chorreando sangre, la única parte de su cuerpo que no estaba envuelta en sombras eran sus despiadados ojos inyectados en sangre y sin pupila.



A Kain le entró un escalofrío de sólo imaginárselo, tragó saliva y siguió escuchando lo que el anciano tenía que decirle.



-MÓRGENES: Pero hace unos meses descubrí lo contrario, esa malvada criatura ha vuelto para saciar su sed de sangre. Red Shadow es un poderoso esher maligno del que nadie sabe su procedencia ni cuantos milenios lleva habitando este mundo.

Por si no lo sabías, un esher es una criatura, de origen divino, muy poderosa que protege a quien le invoque. Pero Red Shadow es diferente, es una bestia furiosa a la que ningún invocador ha podido controlar.

Según los textos de Yermonik la última vez que alguien lo llamó solo pudieron reducirlo cuando Pyron, el guardián del fuego, Myrmai, el mensajero del viento, Aqua, La divinidad de las aguas y Terra, la señora de la tierra unieron sus fuerzas.

Pero el precio a pagar fue muy alto: el esherian, que lo invocó murió durante la pelea y las almas de los cuatro eshers que lucharon contra él quedaron muy debilitados y tuvieron que recluirse durante cientos de años para recuperar sus fuerzas en alguna caverna sagrada donde dominase su elemento.



-KAIN: Pero, ¿Quién ha podido ser tan estúpido como para volver a llamar a ese monstruo indomable? ¿Esta ciudad tiene un monstruo protector?-dijo interrumpiendo a Mórgenes.



-MÓRGENES: No está bien que se me interrumpa jovencito.- dijo esta vez molesto.

Ya te he dicho que ese esher es distinto. A diferencia de los demás, que están encerrados en cristales, armas o incluso lámparas, Red Shadow habita en el interior de quien lo haya llamado, se convierte en un parásito que fluye por la sangre del esherian. Cuando es un parásito es inofensivo, es más, ayuda al esherian otorgándole fuerza física y resistencia superior a la de la media y la capacidad de utilizar poderosas habilidades mágicas sin esfuerzo.

Pero lo malo empieza cuando el portador recibe alguna herida importante dependiendo de una serie de condiciones. Aunque bueno, también depende de la persona, a veces con un arañacito basta.

Para que la criatura aflore debe de haber algo de kaseng-éter en el aire, un gas que procede de la tierra y que atrae a seres malignos, e incluso a los muertos. Suele abundar en bosques, lugares fríos o húmedos, o en pueblos poco poblados, eso generalmente. Siempre hay excepciones, cuando eso pasa, Red Shadow se activa por el contacto del gas con dicha herida y toma el control del huésped, convirtiéndole en el monstruo que puedes ver en este libro.



Kain estaba confuso, ¿tendría que enfrentarse él solo contra el esherian y a ese monstruo?, por que si no le estaba contando Márgenes todas esas cosas, aunque por otra parte... Y si… aquel corte que se hizo en presencia de aquel gas …



KAIN: “¡Y si fuese yo el insensato que ha invocado a esa criatura!”- se imaginó aterrorizado.



Kain empalideció, mientras Márgenes seguía contando la historia, parecía consciente de la situación en la que se encontraba Kain, pero aun así continuó la historia con tranquilidad y entusiasmo. Albo sentía el temor de su amigo y se acurrucaba junto a él mostrándole su apoyo.



-MÓRGENES: Dicho monstruo, que no se merecería pertenecer a la clase de los eshers, destruye todo lo que encuentra hasta que pasan alrededor de unas 12 horas de su liberación, entonces vuelve a ser un parásito en el interior del cuerpo de su victima pues necesita recuperar fuerzas y nutrirse.

Es por esto que es tan peligroso, la única forma de acabar con Red Shadow sin necesidad de ganarle en una cruenta batalla es matando al portador cuando Red Shadow esté aletargado. Y aún así no serviría de mucho, pues quien mata al viejo contenedor se convierte en el nuevo recipiente. Tampoco es posible que el esherian se suicide, pues Red Shadow se lo impide desde su interior.

Los eshers no son criaturas comunes, están en un estado intermedio entre la vida y la muerte, necesitan de un medio de su elemento o de una criatura viva afín a él para poder sobrevivir, o si no pueden permanecer aletargados o morir.



-KAIN: Uff… me está liando demasiado para lo poco que sé y que recuerdo... ¿.Entonces no hay forma de librarse de él? – dijo apurado.



-MÓRGENES: Red Shadow sólo deja su recipiente cuando este muere, cosa que tarda en llegar, pues otro de los dones que da este ser, es el de alargar la vida de los mortales, un buen huésped puede vivir siglos con el parásito dentro.

Quien tiene a Red Shadow en su interior no tiene más remedio que convivir con él hasta el día de su muerte, pero hay una forma de controlar los poderes de esta bestia.

Kain abrió los ojos como platos y escuchó atentamente.

Para ello se necesita una inmensa fuerza de voluntad por parte del portador y la ayuda de esta lanza, la Gugnir. Es eso lo que necesitas si quieres controlar al monstruo que llevas dentro, Kain, porque fuiste "Tú" quién destruyó esas dos ciudades. Además una buena prueba de ello es tu característico color de pelo, a menos que te lo hayas teñido artificialmente es claramente un indicio de la furia roja de Red Shadow.



Kain quedó completamente paralizado. En dos noches había acabado con casi un centenar de personas. Por eso siempre acababa cubierto de sangre. Él transportaba y sustentaba a Red Shadow. Y no dejaría de serlo muy posiblemente hasta su muerte. Mórgenes había cambiado la expresión de su mirada y ahora se mostraba serio y sereno intentando controlar la situación.



-KAIN: No puede ser.... Pero, ha dicho que puedo controlarlo para que deje de matar, sólo necesito esta lanza y...



-MÓRGENES:... Y mucha fuerza de voluntad, pero te tengo que decir algo sobre la lanza: Por alguna razón esta incompleta. Según Yermonik, Gugnir era un tridente, sus tres dientes juntos podían controlar a Red Shadow, pero por separado son simples reliquias.

Lo que tienes aquí es el mango y el diente central, pero te faltan aún los dos dientes laterales. Para saber dónde están tendrás que preguntarle a sus creadores, los cuatro eshers que están escondidos en sus santuarios sagrados. Creo que tu armadura también tiene una función beneficiosa para protegerte contra la criatura.



-KAIN: ¡Haré lo que sea para librarme de esta maldición!-Dijo enérgicamente.

¿En que lugar se hayan sus santuarios?



Mórgenes cada vez estaba más serio intentado ocultar el temor que sentía en realidad.



-MÓRGENES: No te creas que será tan sencillo. Para empezar, esto pasó hace siglos, pocos recuerdan la verdadera peligrosidad de Red Shadow. La mayoría cree que sólo fue una leyenda, por otro lado mucha gente piensa que todos los eshers son solo un mito, y desde luego que nadie, ni siquiera yo, sabe con certeza en que lugar están esos santuarios.

Lo único que dice el libro es que después de la batallas se separaron y fueron en distintas direcciones. También se sabe que donde hay un cristal de hibernación, dónde duermen los eshers, el lugar es custodiado por monstruos protectores, tendrás que vencerlos a todos si quieres llegar hasta los santuarios, reunir las piezas de la Gugnir, controlar a la bestia Red Shadow y así dejar de matar a gente inocente.

Te recomiendo que empieces tu búsqueda por Dharma, una isla que queda justo entre este continente y el del Este, allí se dice que aparecen monstruos de fuego por las noches. Y procura no sangrar si no quieres provocar una masacre, nunca se sabe dónde hay una cantidad de kaseng-éter en el ambiente, suficiente para despertar al monstruo.



Esta vez Márgenes se relajó y hablo igual de entusiasmado que al principio.



MÓRGENES: Ah…. y sí, esta ciudad privilegiada posee un esher protector ni se te ocurra llamarle monstruo, se le conoce como Lunaie, el esher de la Luz. Humm... no creo que debas intentar buscarle pues teniendo a Red Shadow en tu interior te verías en serios problemas. Sería bastante irónico que fueses afín a la luz y portases tal vil criatura.



-KAIN: ¿Entonces debo dirigirme a Dharma? ¿Es eso lo que me recomienda? ¿Comenzar con el esher Pyron del fuego?



-MÓRGENES: De momento es el más cercano que tienes, sería estúpido pasar de largo o volver atrás para tener que volver por aquí.



-KAIN: ..... No sé.... quizás....



-MÓRGENES: No tienes más remedio muchacho, o eso, o dejar que tu vida se vaya como la de un cobarde, permitiendo la muerte de más personas inocentes.



-KAIN: Sí es usted tan sabio, ¿no podría decirme al menos que fue de mi vida antes de despertar en aquel poblado devastado? ¿Tengo familia o alguien que dependa de mí?



-MORGÉNES: Te dije que no me es posible y además hay cosas que mejor las descubra uno mismo, no debes acostumbrarte a que alguien te dé siempre las respuestas.



-KAIN: También tengo otra pregunta… Si he sido capaz de invocar a Red Shadow, ¿no podría invocar a otro esher como Lunaie para que me ayudase?



-MÓRGENES: No es tan sencillo, para empezar, a Red Shadow le valdría cualquier huésped, unos mejores, otros peores, pero para invocar alguno de los eshers sagrados necesitarías ser afín al elemento y ser uno de los elegidos.



-KAIN: … No me vendría mal encontrar a esas personas elegidas, ¿no?



-MÓRGENES: ¡QUÉ DICES INSENSATO! Correríais el riesgo de que Red Shadow se apoderara de ellos también y del esher divino, ¡y eso sería una gran calamidad!



-KAIN: Entonces esto lo tendré que hacer solo…-dijo poco convencido.



-MÓRGENES: Me temo que sí.



-KAIN: ¿Qué fue de aquellos invocadores?, ¿sobrevivieron al igual que los eshers a los que invocaron?



-MÓRGENES: ¿No desistes verdad?, todo esto pasó hace casi 500 años, los elegidos murieron hace mucho tiempo.



-KAIN: ¿Cómo se llamaba el anterior invocador de Red Shadow? ¿Cómo le invadió?



-MÓRGENES: Yo sólo puedo interpretar lo que dice el libro, si ni el propio Yermonik sabía esto, poco más puedo aportar yo. ¿Por qué lo preguntas?



-KAIN: Por nada en especial…



Kain se quedó reflexionando unos instantes. No estaba seguro pero le daba la impresión de que Mórgenes le estaba ocultando algo importante, ¿cómo llegó ese monstruo hasta él? ¿Habría acabado él con la vida del anterior invocador de Red Shadow y por eso estaba maldito? Mórgenes parecía percibir sus dudas e intento animarle.



-MÓRGENES: Con el tiempo todo se resolverá, ten fe, nunca pierdas el control sobre ti mismo y sobre todo nunca te rindas.

A Kain le vino a la memoria aquel niño pequeño que huyó de él. Pobre criatura ¿habría presenciado la masacre y le había reconocido? Por eso huyó de él. Se sentía culpable y se atrevió a preguntarle a Mórgenes por el pequeño.



-KAIN: Ahora que recuerdo… Me crucé con un niño pequeño al salir de Freezelen, creo que se adentró en el bosque ¿sabe sí se encuentra bien?



-MÓRGENES: Está bien, no te preocupes más por él. Las gentes de Galarwyn cuidan de él.



Estaba con los elfos, posiblemente estaría en buenas manos y lo cuidarían bien, pero ¿y el trauma por la perdida de su familia y su hogar?



-KAIN: Aquel niño perdió su familia …



-MÓRGENES: No fue culpa tuya.



-KAIN: ¿Cómo llegó atravesar el bosque? Yo estuve…



-MÓRGENES: Sí estuviste perdido durante un tiempo, afortunadamente no demasiado. Por eso tardaste más de la cuenta en llegar hasta aquí.



-KAIN: Por que….- Kain quiso preguntar si tendría la posibilidad de disculparse con el niño de freezelen, pero fue de nuevo interrumpido por Mórgenes.



-MÓRGENES: No.- dijo rotundamente. Sólo conseguirías que se pusiese peor. El tiempo es valioso vete a descansar y mañana parte al Alba. Pero has de marchar solo, no involucres al herrero en esto.



-KAIN: ¡Pero aun tengo más preguntas que hacerle!



-MÓRGENES: Todo a su debido tiempo, en otra ocasión quizás.



Kain estaba intranquilo, aquel hombre le respondía sólo en aquello que le pudiese dirigir a cumplir aquella misión, y poco más. Encima quería que fuese el solo. No le daba siquiera la oportunidad de disculparse con aquel niño ni con los otros supervivientes de las catástrofes. Aunque, por otro lado, estaba seguro que nunca le perdonarían.



También tenía la inquietud sobre si aquel mago Xirien era algún enviado de Mórgenes, o el porqué del recelo de las gentes de Galarwyn con la muchacha que había conocido en el salón de baile. También le gustaría saber donde había ido ella. Mórgenes le hizo un gesto arqueando las cejas indicándole que ya era hora de marcharse.



-KAIN: En fin será mejor que parta cuanto antes, vamos Albo.



-ALBO: ¡Woulf!.



- MÓRGENES: Espero que mis confianzas en ti no sean vanas, permaneceremos en contacto, tengo algunos amigos que se desplazan muy bien y que podrán ayudarte y transmitirte mis mensajes. Puedes bajar tranquilo con Albo por las escaleras ya avisé a los guardias antes de que vinieses que podrías venir o volver acompañado de un animal.



- KAIN: Si claro…



-MÓRGENES: La vida está llena de sorpresas a su hora lo entenderás, y ahora si no te importa cierra la puerta al salir, que mis viejos huesos necesitan una merecido descanso.



Kain cerró la puerta y bajó las escaleras. En una mano llevaba las bridas de Albo y en la otra sostenía las dos pequeñas rocas, la verde y la marrón. Cuando se las estaba guardando en el bolsillo sintió como si alguien le siguiese. Se paró en secó y miró a todo lados. Albo se sentía inquieto también.



-KAIN: ¿Has oído eso? – le preguntó a su peludo amigo, y este le contestó con un suave gemido.

En uno de los corredores sintió un escalofrío y miro hacía su derecha, ¡en la pared había un ojo amarillo! Este se desvaneció en seguida.



-KAIN: ¡!Qué diablos era eso!!? – dijo retrocediendo espantado.



-ALBO: Grrrrrrr.



Al oír los gritos un soldado se les acercó.



-SOLDADO: ¿Qué ocurre?



-KAIN: Hum... nada, nada. – dijo disimulando, no quería que pensase que estaba loco, nadie le creería haber visto lo que había en la pared.



-SOLDADO: Entonces no grites en vano, ¡que susto me has dado!, ¿no habrá causado problemas tu animal?



-KAIN: No, no ha sido nada, quizás solo tenga hambre.



-SOLDADO: Pues que a mi ni me mire.- el soldado se marchó y Kain salió del ala oeste extrañado, el castillo estaba en silencio, y ya no había casi nadie por los pasillos



-KAIN: “Me pregunto que era eso, Albo también pareció haberlo visto, ¿Será cosa de Mórgenes?”

Entonces escuchó un grito cerca de la entrada, una de las guardianas estaba sentada en el suelo asustada mientras un compañero suyo le abanicaba. Ambos eran pelirrojos y muy jóvenes, además el chico llevaba un parche en un ojo.



-GUARDIANA: ¡Pólux! me pareció ver algo que se movía en la pared…- No estaba loco aquella chica también lo había visto, así que Kain se acercó a averiguar quien o que les estaba observando.



-KAIN: ¿Un ojo amarillo?



-GUARDIANA: ¡Sí, ¡eso!, ¡eso!



-PÓLUX: ¿Estás segura Mayia? Porque desde que vino aquella chica extraña pasan cosas muy raras por aquí.



-MAYIA: ¿Qué chica? – Kain y Pólux levantaron a la chica del suelo.- Gracias.



-PÓLUX: La que viste raro y cubre la mitad de su rostro con un trozo de flequillo.

Kain prestó atención a las palabras del muchacho, quizás iba a decir algo interesante.



-PÓLUX: No me gusta nada su actitud parece como si nos despreciase sintiéndose algo superior. Además actúa de una manera muy rara. Incluso alguna vez la he visto hablando sola. Algunos de mis compañeros y yo, quisimos gastarle una broma pero no sabemos como se dio cuenta ni cuando les oyó o quien se chivó.

Cuando entraron en sus aposentos les tenía preparada una trampa con un cubo de agua colgado. En cuanto abrieron la puerta se les cayó aquel cubo encima y la muy canalla estaba esperándoles y riéndose de ellos.



-MAYIA: Aun no me creo que os dejaran ingresar en la guardia en esta promoción. Habría que haberos visto, je, je, je. ¿Y que hicisteis entonces?



-POLUX: Pues nada… a ver quien replica entrando en un lugar sin permiso y sin llamar a la puerta. Se suponía que yo estaba abajo y que la había visto de compras por el pueblo. Era imposible que estuviese en su cuarto, es por esto que tengo un ojo morado.

Mis amigos no me creyeron que yo la vi lejos de palacio. No me explico como pudo pasar por delante de mis narices y entrar. – Dijo muy pensativo.



-MAYIA: Eso os pasa por querer ver a una dama escondidos debajo de su cama. ¡So sinvergüenzas!- dijo mientras se partía de risa.



-KAIN: ... disculpen pero tengo prisa ... – No parecía que fuese a sacar mucho en claro con esa conversación.



- MAYIA: ¡No te vayas tan pronto hombre! ¡Huy pero si tienes un animal precioso!- Decía mientras acariciaba a Albo.

La verdad es que hay algunos extranjeros muy raritos últimamente, como un mago que estuvo por aquí un par de veces. ¡Prrrrr! Me entran escalofríos de solo pensarlo, estafó a un montón de gente vendiendo cosas que aparentemente eran maravillosas pero cuando se largó de la ciudad no eran más que trastos viejos.



-KAIN:”¿Aquel tipo del puente que sacó la comida de dios sabe donde? Si que era extraño la verdad...”



-MAYIA: ¿Le sirvió de ayuda Mórgenes?



-PÓLUX: Cuando yo fui me fue diciendo cosas raras y no me sirvió de nada.



-KAIN: pues.....- ya era hora de salir de esta situación- “Estos dos me pueden tener aquí horas. Será mejor que haga una retirada discretamente.”



-MAYIA: ¡Pero que dices! A mi me fue muy útil, el me recomendó entrar en el cuerpo de la guardia real y conseguí entrar sin problemas y estar muy a gusto.



-PÓLUX: ¡Pues a mi me dijo lo mismo y por su culpa trabajamos juntos y me das la vara todo el día!



-MAYIA: Venga primo que así te puedo vigilar bien, que como no espabiles y te dejes influenciar por los locos de tus compañeros vas a salir mal parado...



-PÓLUX: Oye el tío ese se ha marchado.



-MAYIA: ¡No me cambies de conversación!



Kain caminó por las calles de Lusitarurus y volvió a casa de Zappa. Le hizo gracia la anécdota sobre la joven artista, si Mórgenes no le dio opción a hablar sobre ella y sobre el mago quizás era porque aquellos guardianes le iban a dar la información que necesitaba. Le daba la sensación de que aquel sabio tenía algo que ver con la gente con la que se iba encontrando, Todos decían algo sobre el Gran Sabio. Lo que no le dejaba tranquilo, era lo del ojo amarillo en las paredes, ¿sería algún artilugio del Sabio? Cuando llegó a la herrería Zappa le estaba esperando en la puerta.



-ZAPPA: ¡Hombre! ¡pero si este es el magnifico fenril!, ¡dichosos sean mis ojos! ¡que hermoso es!



-KAIN: Sí este es Albo, ¿te importaría cobijarlo en algún sitio?



-ZAPPA: Tengo un lugar perfecto al lado de la cuadra de mi caballo, ¿no será peligroso verdad?



-KAIN: De momento solo me dio algún ataque de lametazos, no sé que haría con un caballo.



-ZAPPA: Je, je, le daré entonces un buen trozo de carne para cenar. Por cierto... ¿Le sirvió de ayuda el sabio?



-KAIN: La verdad es que no sé que decir, estoy cansado y sólo tengo ganas de dormir.



-ZAPPA: No le conviene acostarse sin cenar. Una sopita le vendrá bien, le repondrá las fuerzas y le ayudará a dormir mejor.



-KAIN: Eres muy amable Zappa, pero no me apetece gracias.



-ZAPPA: Entonces ya tiene una cama preparada, espero que descanse bien. Sígame, está será su habitación.

Era una habitación en la planta baja, al lado de la cocina, la casa de Zappa apenas tenía puertas, pues la mayoría estaban sustituidas por preciosas cortinas echas con abalorios y cosas brillantes.



-KAIN: Buenas noches y gracias por todo.- dijo metiéndose en la cama y con la lanza además…



- ZAPPA: Je, je ¿pero te vas a acostar con eso?



-KAIN: No sé ni como quitármelo, por completo, conseguí quitar y montar algunas piezas como las de los pantalones pero las superiores no hay manera.



-ZAPPA: Al menos déjeme ayudarle, le convendría un buen baño también.



-KAIN: La verdad es que esto comenzaba a picarme de una manera insoportable.



Zappa Ayudó a Kain a quitarse la armadura, debajo tenía un traje de tela roja.



-ZAPPA: ¿Ve como es mejor así? Y ahora tómese un baño ahí tiene toallas y mudas limpias. Son de cuando las usaba en mi juventud, cuando todavía no estaba fuerte, ¡ja, ja, ja!- dijo dando palmaditas en su gran panza.- Para dormir creo que le vendrán bien, tenga por seguro que mañana su ropa estará limpia y seca.



-KAIN: No debería tomarse tantas molestias... O Zappa era demasiado bueno, o había sido alguna vez sirviente, Kain se sentía tratado como un señor, y no sabía muy bien como reaccionar.



-ZAPPA: ¡Bueno! voy a dar de cenar a Albo y a llevarlo a dormir. Báñese tranquilo.



Zappa bajó las escaleras y fue a recoger a Albo al que habían dejado en el taller de Zappa. Lo cogió por las riendas y lo llevó hasta el establo.



-ZAPPA: Mira albo este es Bokko, no te lo comas por favor que es amigo mío, mira que pedazo chuletones te tengo preparados.

Albo miró amigablemente al caballo y ambos animales cruzaron una mirada pacifica y se olisquearon.



-ZAPPA: ¡Estupendo!, parece que os llevareis bien.

Después de alimentar a los animales Zappa los cepilló, les quitó las riendas y les colocó una manta por encima a cada uno. Por último apagó las velas que alumbraban el establo.



-ZAPPA: Buenas noches, que descanséis bien. Mañana puede que salgamos de viaje. Hmm de paso aprovecharé para examinar la armadura antes de dormir.- dijo desperezándose.



Zappa volvió al salón para observar la armadura y la lanza pero cuando llegó, Kain todavía estaba levantado y se había puesto de nuevo la armadura.



-ZAPPA: ¿Pero señor ya ha terminado? ¿por qué se ha vestido de nuevo?- Dijo sorprendido.



-KAIN: Si gracias. Es curioso, lavé mi ropa y se secó en seguida, así que decidí ponérmela de nuevo, no se incomode por favor me siento seguro con ella, y más teniendo en cuenta lo que me dijo el sabio.



-ZAPPA: En fin no le puedo obligar, buenas noches y felices sueños.- Zappa pensó que, que se le iba a hacer, ya era mayorcito para saber lo que era bueno para él. Zappa seguía intrigado por lo que el sabio le habría podido decir al muchacho.



-KAIN: Buenas noches Zappa.



-ZAPPA: Buenas noches señor Kain



Ambos se metieron en sus cuartos y se dispusieron a dormir, al poco rato ya se oía al fatigado Zappa roncar.



Era la primera noche en la que Kain dormía en una cama desde que se despertó en Celacres. La noche era tranquila se oían los grillos cantar y el lugar era cómodo y acogedor. Pero Kain estaba demasiado inquieto como para poderse dormir, no hacía más que darle vueltas a todos los acontecimientos. Necesitaba respuestas, le preocupaba la amenaza de aquella criatura, pero más aun era no saber quien era él. Sentía que le habían adjudicado una gran responsabilidad sin su consentimiento. Le entraron ganas de bajar a la biblioteca de Zappa para ver si podía saber algo más sobre los poderes de la kasengterita, o algo que le recordase su vida anterior, pero estaba muy cansado.



Con los ojos abiertos y la mirada perdida solo miraba el techo de madera. Aferraba la lanza con fuerza y notaba el peso de las piedras en su bolsillo. Una de ellas la notaba caliente mientras que la otra estaba fría.



Se sentó y las sacó de su bolsillo para observarlas, la roca que le había dado mórgenes, estaba oscureciendo y estaba fría. En cambio la que le había regalado Kali estaba caliente y palpitaba. Ya no era de un color marrón apagado, en el centro de esta pudo apreciar que estaba volviéndose de color azul oscuro.



No sabía muy bien que hacer con ellas, si dejarlas en un cajón o tenerlas junto a él. No parecía que a aquella piedra verde le gustase su compañía. ¿Para que se la habría dado Mórgenes entonces?

Se levantó de la cama y dejó ambas en un cajón de la mesilla. Si podían ser peligrosas mejor que no estuviesen muy cerca de él.



Volvió a la cama e intentó dormir, pero no se sentía tranquilo sabiendo que llevaba algo tan peligroso viviendo en su interior. Intentó no pensar más en la criatura y relajarse para dormirse cuanto antes. Pero seguía muy inquieto.





-KAIN: “Será mejor que en cuanto amanezca, vaya en busca de los eshers que Mórgenes me dijo, para que me ayuden a reunir los trozos de esa lanza y poder controlar esta maligna criatura.“



Al final consiguió conciliar el sueño, pero este no era nada agradable. Se veía a si mismo en un lugar desolado y lleno de niebla. El viento era muy fuerte y la niebla se desplazaba muy deprisa, empujándolo y obligándole a avanzar.



Entonces creyó escuchar unos susurros, que hablaban en una lengua extraña.



-VOZ DESCONOCIDA: ¿Srak shetharad aoskurishien Kain?



-KAIN: ¿Quién anda hay? ¿Quién es?



-VOZ DESCONOCIDA:¿Boza ar seim peirsonne Kain?. ¿Nus srak shetharad aoskurishien? ¡Nus mast sarvaiv, Nus nid hiumian blud pe sarvaiv!



-KAIN: ¿Eres Red Shadow? ¡No tengo miedo!



Entonces una silueta muy alta emergió de entre la niebla. Llevaba una capucha y capa y tan sólo se le veía la parte inferior del rostro. Estaba muy pálido y escuálido como consumido por la muerte.



-ENCAPUCHADO: ¿Ambos somos la misma persona Kain?- Le preguntó de nuevo.



-KAIN: ¿Quién eres?



-ENCAPUCHADO: ¿Quiénes somos? – dijo acercándose amenazadoramente. Aquel individuo medía casi medio metro más que kain.



-KAIN: ¿Qué quieres de mí? ¿Por que me has llevado aquí?



-ENCAPUCHADO: ¿Qué quieres que sea de nosotros? ¿Por qué nos has llevado aquí?- Aquel personaje se limitaba a decir tonterías, y a poner nervioso a Kain.



Kain cogió su lanza e intentó atacar a aquel hombre, pero este repetía sus movimientos cual reflejo, además portaba una lanza igual que la suya. Tras un par de minutos Kain paró de luchar exhausto. Entonces aquel tipo habló de nuevo.



-ENCAPUCHADO: Vamos.



-KAIN: ¿Qué es lo que quieres?



-ENCAPUCHADO: ¿Qué que es lo que queremos? ¡Queremos sobrevivir!, ¡queremos vencer a la muerte!, ¡no queremos desaparecer! ¡Queremos cambiar las reglas! ¡Nosotros seremos los que mandemos ahora!- Dijo con énfasis y moviendo enérgicamente los brazos.



-KAIN: ¿Pero quienes? Yo no tengo nada que ver contigo.







El joven sonrió maliciosamente y se quitó la capucha, tenía los ojos de un color azul muy claro, casi blanco. Su pelo era del mismo color que el de Kain pero más oscuro. Kain estaba asustado, ¿era esto lo que le esperaba?, ¿estaba hablando con el antiguo esherian de Red Shadow?



-ESHERIAN: Ya verás como mañana nos vamos a divertir.- dijo con una sonrisa maquiavélica, mostrando sus dientes puntiagudos.



Kain notó como el suelo comenzó a vibrar y se volvía transparente. Se asustó cuando vio bajo sus pies veía la ciudad de Lusitaurus vista desde las alturas. Estaba arrasada, rodeada de fuego por todas partes. La gente corría despavorida y presa del pánico.



En las calles de la ciudad había restos de personas agonizantes, mutiladas y desolladas, ¿Era esta la suerte que iba a correr la ciudad de Lusitaurus? ¿Sufrieron de esta misma forma cruel las ciudades de Celacres y Freezelen? ¿Cuanto tiempo llevaba esa criatura maligna obligándole a hacer estas aberraciones?



Kain estaba destrozado no podía soportar ver tanta violencia. Quería que esto acabase, no podía rendirse, tenía que detener a Red Shadow y a aquel individuo. Entonces se vio a si mismo riéndose a carcajadas y pisando cruelmente a un soldado mal herido. En lugar de su lanza llevaba un arma similar rodeada de un aura brillante de color azul intenso. Estaba luchando contra el ejercito Lusitaurino, pocos quedaban en pie protegiendo el castillo, entre ellos estaban Pólux y Mayia, los dos últimos soldados con los que se había encontrado antes de salir del castillo.



En una de las ventanas estaban el sabio Mórgenes y el consejero observando el panorama, impotentes y desconcertados, como si ni el mismísimo gran Sabio hubiese podido preveer lo que se les avecinaba.



-PÓLUX: ¡Maldito seas! ¡Vengaré la muerte de mi hermana! ¡Te haré pagar por todo lo que has hecho! ¡Vete al infierno!



La versión malvada de Kain avanzó amenazadoramente y elevó su arma, después hizo un movimiento rápido y

un fogonazo de luz azul acabó arrasando con los restos de la tropa, tras esto se introdujo en el castillo, pisoteando los cuerpos de los guardianes malheridos. El suelo volvió a ser opaco de nuevo y el otro chico le miraba con malicia.



-ESHERIAN: ¿¡A que el viejo no se esperaba esto?! ¡MWUA, HA, HA, HA! ¿Has visto que cara tenía? Aun no has visto lo mejor… ¿Quieres ver lo que le hicimos al morenito? ¡anda que no chillaba el condenado! ¿Quieres ver lo que le hicimos al bichejo? ¡Ni si quiera se defendía!, ¡que animal más estúpido! ¿Quieres ver lo que le hicimos a la chiquilla? ¡Ahí si que nos divertimos! ¡MWUA, HA, HA, HA, HA! – La risa de aquel individuo era aterradora y muy desagradable, Kain no le iba a tolerar que le obligasen a hacer aquellas cosas que le habían mostrado.



-KAIN: ¡Basta déjame en paz! ¡Yo no soy así!, ¡Acabaré con vosotros!, ¡Os lo juro!, ¡No permitiré que hagáis daño a más gente inocente! ¡Malditos!



Kain despertó empapado en sudor y con el corazón a punto de estallar, no pudo evitar llorar, pero sabía que no debía rendirse. Se levantó del lecho y recogió sus cosas, las rocas de kasengterita estaban frías y oscuras pero cuando las guardó en su bolsillo la de color azul se puso a vibrar.



Se sorprendió a si mismo cuando citó estas palabras inconscientemente.



-KAIN: Aouskurishien…-se quedó pensativo unos instantes, con esta palabra una idea se le venía a la cabeza. –Oscuridad…



¿Era este su elemento, oscuridad?, ¿como podía ser la vida tan cruel, como se le podía asignar a las personas, sólo por nacer en una determinada fecha, un elemento de connotaciones negativas?



-KAIN: Esta vez no me controlarán, no consentiré que vuelvan a hacer eso nunca más. ¡Yo no arrasaré Lusitaurus! ¡Os lo voy a poner difícil no me rendiré!

Se acercó al escritorio y cogió papel y pluma. Tenía que despedirse de Zappa, no le parecía muy cortés pero no quería implicarle en sus problemas, como le había dicho Mórgenes debía hacer esto solo.



-KAIN: “Muchas gracias amigo Zappa por la ayuda que me prestaste, pero he de marcharme. Necesito ir sólo. Si consigo resolver mis problemas volveré y te dejaré observar mi armadura. Atentamente Kain.”



Cuando se disponía a salir sigilosamente de su cuarto fue descubierto por Zappa.



-ZAPPA: ¿A dónde piensa ir a estas horas?- dijo bostezando- ¡No podéis iros tan rápido! Apenas he examinado su armadura, y además, no pienso alejarme de vos después de ver esa obra maestra en forma de lanza que trajo su Fenril. Iré con vos, lo quiera o no.



-KAIN: Te agradezco que me quieras acompañar pero correrías un grave peligro acompañándome.



-ZAPPA: ¿Y que harás tú sólo por ahí? ¿Y por qué iba a ser peligroso acompañarte? Yo te podría ayudar. No soy un guerrero pero me defiendo bien.



-KAIN: Verás.... Mórgenes me dijo que yo transportaba un mal, y me temo que sea cierto...



-ZAPPA: ¿Que tipo de mal?



-KAIN: Prométeme que no se lo contarás a nadie.



-ZAPPA: Me siento halagado, por su confianza. Sea lo que sea guardaré su secreto. Soy un hombre de palabra.



-KAIN: No debería decírselo, pero me remuerde la conciencia dejarle sin ninguna explicación, después de toda la ayuda que me has prestado. Pero insisto en que he de hacer mi viaje solo.



-ZAPPA: ¿Un viaje?, ¿A dónde?



-KAIN: De momento a Dharma, por las recomendaciones que me dio el sabio, he de buscar algo muy importante allí.



-ZAPPA: ¿En la isla del fuego?



-KAIN: Bueno mórgenes me dijo que allí habían monstruos de esas características.



-ZAPPA: Ahora si que no tienes excusa, voy a ir contigo, será una oportunidad magnifica que yo viaje para ver nuevos materiales. De paso cuénteme que más le explico el sabio.



-KAIN: Mientras recogemos los animales te lo contaré...



Mientras preparaban a los animales, Kain le fue contando lo sucedido el día anterior



-KAIN: Bueno, cuando estuve en la ciudad ayer, me encontré con varias personas, una de ellas me reconoció como paisano, puede que sea de Eskalaia o de alguna región cercana. Mórgenes también aludió que podría ser de esa zona.



-ZAPPA: Sí, es posible, no soy bueno con los acentos.



-KAIN: También aprendí algunas cosas, no te rías pero he visto cosas que no había visto nunca antes, como un reloj que funciona sin sol y se lleva en la muñeca, no recuerdo haber visto cosa igual nunca.



-ZAPPA: Ah sí... bueno, es normal .Llevan poco tiempo en Lusitarus, yo ni si quiera tengo uno, dicen que son muy prácticos.



-KAIN: También aprendí algo sobre la kasengterita. Mórgenes me dio una roca verde asociada con el elemento de la vida, y una chica llamada Kali me regaló otra, en cuanto la cogí la gema se puso a palpitar y esta mañana había cambiado su color de marrón a azul oscuro.



-ZAPPA: Vaya… No tengo mucho conocimiento sobre el poder mágico de las rocas. Pero mi señora es creadora de joyas, y a veces las usa. Tan sólo los nobles las llevan, son carísimas, muy apreciadas, sobre todo porque cambian de color según el dueño que las lleve.



-KAIN: ¿Y su esposa?



-ZAPPA: Está de viaje, somos tal para cual- dijo muy orgulloso.- Creo recordar que el azul oscuro… estaba asociado con elemento de la oscuridad.



-KAIN: ¿Y eso es malo?, ¿verdad?



-ZAPPA: No tiene por qué, sin una noche oscura y bonita no podríamos apreciar las estrellas. Sin oscuridad no podríamos dormir, si no hubiese oscuridad no podríamos apreciar lo hermosa que es la luz del sol. Aunque también representa la muerte, pero no el infierno, que son cosas bien distintas.

Luicer, el esher de la Oscuridad, era el encargado de llevar las almas ante Baryshe, la esher del Balance, o del equilibrio, que decidía quien debía de ir al descanso eterno y quien debía arreglar el mal que hizo en vida. Baryshe es justa y siempre da una oportunidad. Dicen que sólo cuando un alma no se arrepiente, y no quiere seguir la sentencia de Baryshe, su hermano Neikos, el esher de la venganza se encargaba de castigarles.



-KAIN: … ¿Zappa de verdad crees que existen seres que controlan nuestras vidas?



-ZAPPA: Bueno, yo siempre he sido hombre de fe, aquí en Lusitarus adoramos a Lunaie el esher de la luz. Ya te contaré más sobre los doce pilares del mundo más tarde. Por favor continua con lo que tenías que decirme.





-KAIN: Como te decía antes de poder hablar con Mórgenes tuve que estar esperando y me dejaron visitar el castillo, estuve viendo también el salón de baile.- Se puso un poco colorado al pensar en la chica.



-ZAPPA: ¡Qué! ¿La viste verdad? ¡Ja, ja, ja!- rió al darse cuenta de que a Kain le había gustado la chica- Hasta los elfos tenían envidia de ella. Hacía mucho tiempo que no venían magos a la región.



-KAIN: Los elfos parecían desconfiar de ella.



-ZAPPA: ¡Nah!, siempre son así, están siempre alerta ante algo fuera de lo común.



Kain pensó en que él tampoco era nada común, si llevaba algo tan peligroso en su interior, ¿entonces porque los elfos ni siquiera le miraron?



-ZAPPA: De momento no me estás contando nada sobre el mal del que te advirtió Mórgenes, ¿pudo averiguar algo sobre lo que te pasó?



-KAIN: La verdad es que no mucho, sólo que había perdido la memoria y…



-ZAPPA: ¿Y?



-KAIN: Zappa puede que lo que te diga ahora, hará que desistas de continuar este viaje conmigo…



-ZAPPA: Tengo demasiada curiosidad por averiguar de donde viene tu armadura, como para desistir tan fácilmente.



-KAIN: La lanza que tengo es llamada Gugnir, y junto con mi armadura, están destinadas a protegerme contra la maldición que llevo en mi interior, aunque por desgracia no han funcionado demasiado bien… hasta ahora.



-ZAPPA: ¿Maldición?



-KAIN: Zappa he sido poseído por una especie de demonio llamado Red Shadow.



Zappa quedó boquiabierto, y abrió los ojos como platos.



-ZAPPA: Sí… entonces era cierto, mi padre me contó sobre él, creía que era sólo una leyenda…



-KAIN: Entonces sabes el peligro que supone estar cerca de mí…



-ZAPPA: ¡La Gugnir! ¡Y la Gungir, ese es el nombre de tu armadura!- Dijo entusiasmado, estaba frente a una de las reliquias más antiguas creadas con el preciado metal, diseñadas por el legendario artesano del Mizril.



-KAIN: Esto es serio Zappa, llevo un demonio en mi interior a la espera del mínimo descuido para salir y saciar su sed de sangre.



-ZAPPA: ¡Pero llevas las legendarias creaciones de Gugno! ¡Esto es increíble, entonces no era una leyenda!



-KAIN: Ni por desgracia el demonio tampoco. Zappa, Red Shadow hizo que arrasará Celacres y Freezelen y puede que Lusitarus también se halle en peligro. Anoche soñé como arrasaba vuestra ciudad y Mórgenes en mi sueño parecía no saber ni lo que ocurría.



-ZAPPA: … - Zappa trago saliva asustado.



-KAIN: La lanza está incompleta, debería de ser un tridente, he de ir a Dharma y encontrar a Pyron, el debe saber dónde están los trozos que faltan.



-ZAPPA: ¡Yo iré contigo!



-KAIN: Mira Zappa, ahora me ves tranquilo y normal, pero Mórgenes me dijo que en caso de que me hiciese alguna herida en presencia de kaseng-éter, Red Shadow se activaría, y dejaría de ser yo.



-ZAPPA: Por eso mismo, si vas tu sólo ¿quien te ayudará?



-KAIN: Mórgenes insistió en que fuese solo…



-ZAPPA: Mórgenes ya está muy mayor, también puede equivocarse. Además no te preocupes, esa dichosa neblina que activa al monstruo si fueses herido, por aquí no es muy frecuente.





Cuando te fuiste, fui a la biblioteca de la ciudad y me estuve informando un poco, han hecho nuevos descubrimientos sobre ella. Fue muy desagradable averiguar que está formada por los gases que desprende la tierra de criaturas muertas al descomponerse durante milenios.



-KAIN: ¡Puagg! se me revuelven las tripas de solo pensarlo, ¿y yo respiré eso?



-ZAPPA: A saber… Quizás sea fácil que entre por una herida abierta, pero con monstruo o no en tu interior, tampoco es sano respirar esa guarrería.



-KAIN: ¿Sabes Zappa?, en mi viaje cazé unos jabalíes que desprendieron ese gas al morir, si no llega a ser por Albo hubiese ingerido esa sustancia- dijo preocupado



-ZAPPA: Vaya, la gran inteligencia de los Fenril siempre ha sido un misterio.



Salieron del establo y Zappa cogió un montón de fardos que tenía ya preparados con provisiones, mantas, y cacharros de cocina. Kain le ayudó a colocarlos en las alforjas del caballo. Bokko era un percherón grande y fuerte, y no parecía tener ningún problema al soportar todo ese peso.



-KAIN: Zappa te agradezco que quieras venir conmigo pero, ¿Vas a abandonar tu negocio?



-ZAPPA: Ah por supuesto que no, sólo estaré de viaje de negocios durante una buena temporadita, tampoco es que tuviese muchos clientes que me echasen de menos.- dijo mientras montaba en su caballo.



Kain estaba atónito ante la insistencia de Zappa, no podía creer que arriesgara su vida sólo por el valor de la armadura. Zappa confiaba en que por fin iba a poder cumplir el sueño de su padre.



-KAIN: ¿Viaje de negocios? De eso nada, si vienes conmigo tendrás que seguir mi ritmo pues el tiempo apremia, no te dará apenas tiempo para encontrar lo que busques.- Intentó persuadirle de nuevo para que no fuese con él.



-ZAPPA: No te quejes tanto, amigo, así quizás encuentre Mizril negro. Si me quedo aquí siempre nunca lo voy a encontrar. Es hora de volver a ver mundo. No te preocupes no seré una carga para ti, te cocinaré y me ocuparé de tu Fenril, nunca debes desdeñar la ayuda de un herrero.



-KAIN: La verdad es que la cocina no es lo mío.- dijo mientras recordaba aquel mal guiso que tuvo que comer para saciar su hambre.



-ZAPPA: Ja, ja, ja, ¿lo ves? Si viajas tu solo apenas podrás transportar provisiones, y no encontraras restaurantes cada vez que tengas hambre, no puedes vivir tampoco a base de comida seca o de conserva, un alimento caliente y reciente siempre viene bien. Pero no te preocupes también te enseñaré a cocinar si lo deseas.



Salieron de la ciudad y Kain desplegó el mapa.



-KAIN: Bueno, según el mapa, Dharma está hacia el este, tendremos que pasar primero por Brii, debería de haber un puerto allí ¿verdad Zappa?



-ZAPPA: Sí, Brii es un pueblo de reconocidos marineros. Oye, Kain tengo curiosidad respecto al sueño del que me hablasteis. Quizás tan sólo sea su temor, no se preocupe Lunaie protege la ciudad y no creo que le hubiese permitido la entrada si fueseis un peligro para ella.



-KAIN: Verás Zappa, a mí me pareció algo más que un sueño. En aquella pesadilla un hombre de mi edad me mostraba cosas terribles sobre lo que le pasaría a la ciudad y quería convencerme de que yo era él.



-ZAPPA: ¿Cómo era?



Kain intentó recordar, estaba claro que aquel chico no era él, era mucho más alto, y estaba cadavérico.



-KAIN: Tenía el pelo del mismo color que yo, y los ojos… Pero era un hombre muy alto, superaba los dos metros de altura, su mirada era aterradora, y esta muy delgado y pálido como si estuviese muerto…



-ZAPPA: MMM… Creo que tengo una idea de quien pudo ser.



-KAIN: El último esherian de Red Shadow ¿verdad?



-ZAPPA: No, el de hace 500 años no, ese si que murió.



-KAIN: ¿No?



-ZAPPA: ¿No te lo ha contado Mórgenes?



-KAIN: Pues no…



-ZAPPA: Esta historia me la contó mi padre, y a éste su abuelo…



En la mente de Kain alguien le decía algo.



-ESHERIAN: ¡Mira, el morenito sabe de mi existencia! ¡MWUA, HA, HA, HA!



**********************

Mientras Mórgenes en su biblioteca, que estaba en su hamaca descansando sintió un escalofrío.



-MÓRGENES: No puede ser… ¡El no debe de ser recordado! ¡No Zappa no le menciones!



**********************



-ZAPPA: Según la descripción que me dais podría ser el primer invocador de la bestia.



-KAIN: ¿El primero?



De repente Kain y Zappa oyeron los gritos de una joven, que se hallaba a medio kilómetro de distancia.



-CHICA: ¡Ahhhhhhg!



Ambos observaron la situación, la chica de cabello color zanahoria, estaba siendo atacada por varias bestias reptilianas. La joven luchaba valerosamente con su pequeña espada, pero parecía estar en apuros, y era un grupo muy numeroso. Zappa estaba muy preocupado por la chiquilla pero no sabía si ayudarla o no.



La conocía desde que era pequeña, era cabezota y quería llegar a entrar en la guardia lusitaurina, se entrenaba todos los días muy duramente.



-KAIN: ¿La conoces Zappa?



-ZAPPA: ¡Por Lunaie!, ¡es Beatrix! Hace unos días causó mucho escándalo cuando luchó contra el capitán Seecrak Fightel para poder unirse a la guardia Lusitaurina, ella perdió, pero dijo que se iría a entrenar y que qué volvería a Lusitaurus mucho más fuerte. Yo supuse que habría vuelto a su casa, pero parece ser que no se ha desanimado, aunque esa no es una forma segura de entrenar tan sólo tiene los dieciocho recién cumplidos...



-KAIN: ¡.... y es obvio que está en serios problemas!- le dio una palmadita en el lomo a Albo que avanzó veloz y lo llevó hacía un grupo de rocas que estaban cerca del lugar.



-ZAPPA: ¡Espere señor Kain!



-KAIN: Debemos hacer algo o morirá- dijo Kain mientras cogía su lanza y se acercaba ya sigilosamente. – Será mejor acercarnos con sigilo para sorprender a los monstruos.



-ZAPPA: Desmontemos primero, dejaré los animales en lugar seguro, luego le acompañaré.



Kain trepó por las rocas y cuando estuvo en la cima puedo ver más de cerca lo que ocurría. Beatrix estaba en peor situación de lo que había esperado: sangraba abundantemente, y no podía sostener la espada sin que el brazo le temblara.



-KAIN: “¡No podrá sola en esas condiciones he de hacer algo pronto!”



De repente sintió que una gran energía le daba fuerzas, y aferrando la lanza con ambas manos saltó desde las rocas.

-KAIN: ¡Yiahhhhhhhhhhhh! – Con aquella estocada vertical derribo a uno de los monstruos. Los enemigos se dieron la vuelta y se dirigieron hacia él. Hizo otro ataque horizontal que acabo con las bestias sin que estas pudieran reaccionar.



Entonces se volvió hacia Beatrix, que estaba arrodillada en el suelo con los nudillos apretados, pero cuando le iba a preguntar si estaba bien...



-KAIN: ¿Señorita se encuentra bien?



-BEATRIX: ¡CUIDADO! – dijo señalando detrás de él, pero fue demasiado tarde, Kain sintió que una fría garra le atenazaba el cuello.



-KAIN: Uggg...

Quedó algo aturdido pero reaccionó enseguida.- ¡Pero que te has creído bestia! – Y con una rápida arremetida acabó con el monstruo que había osado atacarle por la espalda. Respiraba exhausto y miraba de reojo por si hubiese algún enemigo más, al final se sentó en el suelo.



-KAIN: Ya no nos darán más problemas, todo ha acabado.- pero se dio cuenta de que algo caliente descendía por su cuello.



-BEATRIX: Es...tás herido...- dijo la joven preocuopada, la herida parecía muy grave, y aquel hombre no parecía darse ni cuenta.



-KAIN: ¡Mierda es sangre!- Se llevo la mano al cuello y comprobó con horror que tenía una herida. Una puerta abierta para dejar escapar la furia del demonio del su interior. Kain estaba aterrorizado, se levantó y se fue alejando despacio de la chica. Comenzaba a sentirse mareado.



-ZAPPA: ¡Señor Kain!- dijo corriendo en su ayuda.



-KAIN: ¡Alejaos! ¡No os acerquéis a mí! ¡Llévate a la chica lejos! – Con la mano tapándose el cuello corrió hacia la llanura.

Kain y Zappa se cruzaron y el le hizo un ademán de que ayudase a la chica.



-ZAPPA: Señor Kain…



Mientras, Kain se alejaba como bien podía, intentando no desmayarse, Zappa fue a ayudar a la joven Beatrix. El ambiente empezó a cargarse de niebla roja, y Kain se temió lo peor.



-BEATRIX: Zappa… - Zappa cogió en brazos a la chica y fueron hasta donde había dejado a su caballo. Beatrix estaba muy mal, así que cogió una poción curativa y se la dio de beber.



-BEATRIX: Gracias… - La chica se sentía algo mejor, pero pronto cambió la expresión de su rostro. – Ugghhh, ¿que es ese olor? – dijo tapándose la nariz.



-KAIN: ¡Argghhhhhhhhhhhhhhhhhh!- Se escuchaba a lo lejos al pobre Kain gritar de dolor.



-ZAPPA: ¡Maldición ya ha empezado!





Fin del capítulo segundo
21 de Junio de 3999 de la Era de la luz

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